lunes, 2 de abril de 2012

Tinta y esfuerzo

Mientras miraba la procesión del domingo de Ramos, vino a mí, la idea para mi trabajo final... ¿Qué tal si me le mido a dibujar el rostro de Jesús?

llevaba varios días seleccionando paisajes, imágenes, pero no me convencian mis habilidades para lograrlos, sé que hay que retarse por lo alto..pero bueno, recordé que más que osar ser artista, el asunto es el de disfrutar el reto de lograr la experiencia... así que me dispuse a buscar láminas y momentos.. y la encontré... sí, me decido por pintar el rostro de Jesús, así unía dos cosas, la religiosidad de esta semana santa y la pasión que siento por este inicio de estudio de especialización.

aquí esta la imagen seleccionada:

La encontré en el plegable que enviaron a cada casa, me pareció perfecto para mi necesidad. Así que preparé los materiales: octavo de cartulina blanca Durex, el resto de tinta China ( la que quedaba después de mis accidentes constante de tinta en el piso), un vaso con agua, mis dos pinceles de punta suaves #1 y #2, además de papel para escurrir y limpiar los pinceles. También pedí ayuda a mi hija para que tomara fotos mientras el proceso. Y ya estaba lista para comenzar:

Los primeros trazos fueron un poco inseguros...

Luego me sentí confiada, fui logrando compenetrarme con la situación, recordé el goce de la primera clase y comencé a sentir la suavidad de la tinta deslizándose por el papel.

la experiencia me fue llevando hasta la creación...

Fue cuestión de media hora, pronto ya tenía en mi hoja la imagen representada, estaba feliz por haber logrado la experiencia estética del pincel y la tinta, usé muy poco la técnica de mojar el pincel pues el retrato exigía trazos oscuro y parejos... al final ...


¿Qué tal? yo me siento muy bien con el ejercicio!!! no por la obra final... sino porque lo intenté otra vez más


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